Dedicado a mi hija Laura Frías,
cuando tuvo la varicela.
Tiene el cuerpo llenito de granos!
– Me pica, me pica, –se queja Laura.
Pobrecita.
La mamá de Laura le dice a la niña:
– Voy un momento a la farmacia para comprarte una pomada.
Mientras la mamá sale, entra un monstruo en casa...
Está lleno de pelos, tiene las orejas grandes y es muy feroz
Simplemente le dice:
– Me pica todo, me pica todo.
El monstruo no entiende lo que pasa.
Él sólo quiere asustar a la niña antes que venga su madre.
– Uahhhhhhhhhhhh!
Pero entonces Laura se pone a toser:
– Cajú, cajú.
¡Horror!
De repente, empiezan a salirle granos por debajo de su espesa mata de pelo.
– Cómo me pica, cómo me pica –se queja el pobre monstruo.
¡El monstruo también tiene la varicela!
El monstruo se esconde debajo de la cama, pero no para de rascarse.
La mamá de Laura le da una pomada a su hija.
¡Qué fresquita está!
–Monstruo, ven, que te doy cremita.
El monstruo sale.
Está muy triste.
Y entonces Laura le da cremita por debajo de los pelos.
¡Qué alivio!
Y ahora es su peluche más grande.
Pero no se lo digáis a su madre ni a nadie, porque es su secreto.
© Xavier Frías Conde
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