sábado, 7 de julio de 2012

MICRO-TRES






El dragón sanguinario fue al médico para averiguar por qué siempre le dolía la barriga después de comerse una vaca. El doctor, un hombrecillo menudo pero muy serio, le miró la boca, los dientes, la lengua y la nariz. Al final, ya tenía un diagnóstico: 

— Tu problema es que te hicieron creer que eres un dragón totalmente salvaje y, por eso, tienes que comer carne, pero lo cierto es que eres un dragón herbívoro y eso no te lo había dicho nadie. Así que, desde hoy solo vas a comer hierba. 

Y así fue. A partir de aquel día, el dragón se dedicó a comer hierba en los prados al lado de las vacas, pero ya no comió ninguna. Lo que nadie sabe es si también ahora el dragón da leche. 



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