martes, 26 de marzo de 2013

EL DINOSAURIO MASCOTA


       Ludwig, el biólogo, le regaló a su mujer una cría de dinosaurio por su cumpleaños.
El biólogo Ludwig la había creado a partir de un huevo de lagartija, pero después creció mucho.
A la mujer del biólogo, que se llamaba Irina, le encantaban los bichos.
Salió a la calle para pasear con la cría de dinosaurio, que de hecho era tan grande como una ternera.
Tenía una ventaja aquella cría de dinosaurio respecto a los perros:
No se paraba en cada farola de la calle o en cada árbol para hacer pipí.
Al contrario, toda la gente con la que se cruzaba se cambiaba de acera.
¡Les daba tanto miedo!
Irina sonreía pero no comentaba nada.
Era tan adorable su pequeño dinosaurio...
Y tenía aún otra ventaja:
Cuando Irina iba a comprar algo con su pequeño dinosaurio, toda la gente le cedía su puesto en la cola...
Tenían tanto miedo de que se los comiese...
Pero Irina no les confesaba que su marido había tenido mucho cuidado de que el dinosaurio clonado fuera vegetariano. 

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