martes, 26 de marzo de 2013

LOS ANIMALES INTELIGENTES


      Un hombre decidió entrenar a un chimpancé, un papagayo y un grillo.
Trabajó con ellos durante dos años día y noche.
Los entrenó muy bien.
Hasta que los tuvo preparados para actuar como un ser humano.
Cuando los metía en el disfraz de hombre, nadie se enteraba de que eran tres animales.
Los animales habían aprendido a comunicarse entre sí.
Daban conferencias.
Hacían planos de grandes terrenos y puentes.
Escribían manuales de economía, filosofía y bricolaje.
Hasta que se volvieron inmensamente ricos.
Pero siempre, cada noche, volvían a dormir a casa de su amo.
¿Y por qué no se independizaban de él? –se preguntará algún curioso lector.
Muy sencillo: porque el chimpancé era la inteligencia y los movimientos; el papagayo ponía la voz –aunque algo aflautada–; y el grillo era la consciencia, que siempre los hacía volver a casa...
 

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