lunes, 16 de septiembre de 2013

CUANDO LOS ELEFANTES CANTEN ÓPERA


El jardinero se plantó delante de la princesa y del rey y antes que los guardias le cayeran encima, preguntó a la princesa:

— Me das un beso?

— Solo cuando oiga a un elefante cantar ópera.

Al monarca le gustó la respuesta de su hija, así que decidió no castigar al impertinente jardinero, pero entonces se produjo una confusión terrible en el salón del trono. Era un elefante. Entró... ¡cantando ópera! Y entonces la princesa dio un beso al jardinero, el cual le guiñó un ojo a la princesa, porque bien sabía él cuán difícil era enseñar a un elefante a cantar ópera, pero así el rey no podría castigar al osado jardinero, del cual estaba perdidamente enamorada la princesa...

Frantz Ferentz, 2013

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