El famoso caballero matadragones Alfonso Alonso consiguió vencer al mayor dragón que se había encontrado en su vida, medía treinta metros de alto y sesenta de largo, pero, extrañamente, no echaba llamas por la boca. Cuando el dragón cayó vencido en el suelo, comenzó a llorar y luego le dijo al caballero:
— ¡Mi madre te va a freír como a un pollo cuando le cuente lo que me has hecho!
Texto: Frantz Ferentz
Dibujo: Valadouro
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