domingo, 30 de octubre de 2016

LA REBELIÓN DE LAS BOLSAS DE BASURA


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Personajes

Bolsa de basura 1 
Señora con perrito
Agente 1 / bolsa 2
Agente 2 / bolsa 3
Corredor / bolsa 4
Alcaldesa / bolsa 5
Capitán de policía / bolsa 6


El escenario es un parque convertido en vertedero, con bolsas de basura desperdigadas por el suelo, sobre todo en la mitad final, hacia el fondo. Las bolsas de basura han de ser preferiblemente negras.

El escenario estará casi a oscuras, excepto por algún foco que ilumine, sobre todo, la mitad del escenario que cae más cerca del público, mientras que la otra mitad debe estar en penumbra o incluso a oscuras.

De repente, una bolsa de basura se levanta. Se puede notar su forma humana, con brazos y piernas. La bolsa se acerca al centro del escenario y se despereza.

BOLSA 1: ¡Uahhhhh! (estirándose). ¡Qué sueñito tan agradable! ¡Y ahora a cenar!

De repente, se sienten unos pasos. También se oyen unos ladridos de perro pequeño. Aparece por un lateral una señora paseando a su perrito. El perrito será falso. La señora tira del perrito hacia el centro del escenario. El animal se opone quedándose quieto, pero la señora va consiguiendo arrastrarlo. Mientras tanto, la bolsa de basura se ha quedado inmóvil, sentada, en el centro del escenario.

SEÑORA: Pinki (al perrito). Ven, tontito, no te hagas de rogar.

El perro sigue resistiéndose, pero la señora consigue tirar de él y llegan a la altura de la bolsa de basura que permanece inmóvil. Y justo cuando el perro llega a la altura de la bolsa de basura, esta salta de repente sobre él y se lo devora de un bocado. La correa cae al suelo y se oye un sonoro eructo.

Mientras tanto, la señora se habrá quedado paralizada, presa del miedo.  Pero solo unos segundos, a continuación, soltará un grito y correrá hacia el lateral por el que ha entrado, saliendo de escena.

La bolsa, por su parte, se levantará tranquilamente del suelo e irá a reunirse con el resto de bolsas de basura en la mitad final del escenario.

BOLSA 1: Ese perro se nota que estaba bien criado. Aunque fuera tan pequeño, tenía mucha chicha.

En cuanto la bolsa de basura se haya sentado en medio de las demás bolsas, entre las cuales pasará inadvertida, entra en el escenario de nuevo la señora del perrito, atacada de los nervios, junto con dos agentes de policía que portan sendas linternas.

SEÑORA: Se lo juro, agente. Una de esas bolsas se abalanzó sobre mi Pinki y se lo comió de un bocado, sin masticar ni nada (dice mientras señala al centro del escenario, al que casi han llegado, pero allí no hay nada)

AGENTE 1: En serio, señora, ¿y no será que su Pinki, que debe ser juguetón como todos los perros, no se habrá metido solito en una bolsa para jugar o buscar comida y ahora no puede salir?

SEÑORA: Que no, agente, que no…

Los dos agentes y la señora ya están en el centro del escenario. En ese momento, el segundo agente alumbra con su linterna al suelo y encuentra la correa de Pinki tirada.

AGENTE 2: Sospechoso, muy sospechoso (dice mientras muestra la correa del perro a su compañero)

AGENTE 1: Tú ves muchas películas, ¿verdad?

En ese momento llega un hombre corriendo, en chándal.

CORREDOR: Dejen paso, por favor.

Intenta evitar a los policías y la señora. Para eso se mueve hacia las bolsas de basura. Grita. Se cae, se pierde entre las bolsas. Una de ellas se lo acaba de engullir.

AGENTE 1: ¿Está usted bien? ¿Se ha hecho daño? (al corredor)

Se vuelve a oír un eructo. Del corredor no hay ni rastro, porque se ha caído entre las bolsas de basura, pero ha sido tragado por una de ellas.

AGENTE 1: (al agente 2) Acércate y echa una mano a ese señor, quizá se haya hecho daño.

AGENTE 2: Ni hablar, voy a pedir refuerzos. Esto es un ataque de zombis. (El agente 2 saca su transmisor y empieza a pedir ayuda.). A todas las unidades, tenemos un 4-3-4, o quizá sea un 8-0-3… Bueno, no sé, la cosa es que necesitamos refuerzos. Repito, necesitamos refuerzos.

AGENTE 1: No seas paranoico.

El agente 1 se mete entre las bolsas.

AGENTE 1: Señor, ¿está bien? ¿Me oye? ¿Señor?

       Se oye un nuevo eructo. El agente 1 desaparece. Ha sido tragado por una bolsa de basura, de ahí el eructo.

Al agente 2 se le cae el transmisor al suelo. Saca su pistola. Tiembla como un flan.

AGENTE 2: Bolsas de basura, quedan ustedes detenidas. Tienen derecho a guardar silencio. Todo lo que digan puede ser usado en su contra. Tienen derecho a un abogado. Si no pueden pagárselo, se les asignará uno de oficio…

Mientras va diciendo todo, con la pistola desenfundada, el agente se mete también entre las bolsas de basura. Inmediatamente desparece de la vista. Se oye un nuevo eructo. También él es engullido.

Tres bolsas se ponen de pie.

BOLSA 1: ¿Lo veis como yo tenía razón? Aquí hay cena para todos.

BOLSA 2/AGENTE 1: Cierto, pero este poli tenía el colesterol un pelín alto.

BOLSA 3/CORREDOR: En cambio el mío era todo fibra. No me gusta comer deportistas, me dejan con hambre…

BOLSA 1: Bueno, no os quejéis, que yo solo me he comido un perro pequeñajo.

BOLSA 4/AGENTE 2: A mí este policía me repite… (y suelta un eructo).

A todo esto, la dueña del perrito ha sido mudo testigo de la conversación entre las bolsas de basura. Pero en ese momento reacciona y se dirige a la bolsa 1. Empieza a golpearla con el bolso.

SEÑORA: Devuélveme a mi Pinki, devuélmelo…

BOLSA 1: Señora, estese quieta, hágame el favor.

La señora aún le propina un par de golpes más a la bolsa de basura. Justo entonces llega la alcaldesa con el capitán de policía.

CAPITÁN: ¿Está bien, señora?

SEÑORA: Sí, pero quiero que esta basura me devuelva a mi Pinki.

BOLSA 1: Guau, guau.

SEÑORA: ¡Pinki!

El capitán se acerca a ella con precauciones, esquivando las bolsas de basura, le coge la mano, tira de ella y la saca de la zona de las bolsas hasta colocarla junto a la alcaldesa.

ALCALDESA (a la bolsa 1): ¿Cuáles son sus reivindicaciones?

BOLSA 1: Solo queremos comer.

ALCALDESA: ¿Desde cuándo las bolsas de basura se alimentan?

BOLSA 1: Desde que ustedes, los humanos nos crearon. No se dan cuenta de todo lo que tiran a la basura. Toneladas y toneladas de desperdicios en vertederos. Ahí lo dejan todo y, como mucho lo entierran. Pues bien, que sepan que después de tanto tiempo deshaciéndose de sus desperdicios, nosotros hemos cobrado vida. Ustedes nos han creado…

ALCALDESA: Eso es imposible. Nosotros no hemos hecho tal cosa. Somos los dueños del planeta.

BOLSA 1: Eso es lo que ustedes se creen.

ALCALDESA: Además, qué mal huelen ustedes. ¿Nadie les ha explicado lo que es una ducha?

BOLSA 1: Señora, somos basura.

En ese momento, todo el escenario se queda a oscuras. No se ve nada. Solo se oyen tres eructos consecutivos. Los tres personajes son entonces engullidos por tres bolsas de basura. Seguirá la oscuridad.

BOLSA 2/AGENTE 1: Buen provecho

BOLSA 1: Gracias.

BOLSA 5/ALCALDESA: Gracias.

BOLSA 6/CAPITÁN: Gracias.

       Vuelve la luz. Las seis bolsas vuelven a ser los seis personajes que se tragaron, aunque enfundados en una bolsa de plástico por encima de sus ropas (dejarán salir la cabeza, los brazos y las piernas. La bolsa 1 es ahora la señora del perrito, pero esta camina a cuatro patas y ladra.

AGENTE 1: Ya está. Ahora el planeta es nuestro.

ALCALDESA: Y yo a mandar, que es lo mío.

AGENTE 2: Ah, no que yo siempre he querido mandar también. Déjame a mí, déjame a mí.

ALCALDESA: Ni hablar.

CORREDOR: Parecen ustedes humanos.

SEÑORA (habla medio ladrando): Tiene usted razón, arf, arf, tiene razón… Auuu (aullando)

CAPITÁN: No discutan. Lo importante es que lo hemos conseguido. Cómo sabía yo que aquel viejo dicho humano era totalmente cierto.

TODOS JUNTOS: ¿Qué dicho?

CAPITÁN: Aquel que dice: “Somos lo que comemos”. Por tanto, si los humanos comen basura, son basura; pero, si nosotros comemos humanos, somos… (al público)

ALCALDESA (al público, adelantándose hasta el borde del escenario): Y por favor, no nos confundan con los zombis. Nosotras olemos mucho peor.



TELÓN

© Frantz Ferentz, 2016

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