jueves, 30 de noviembre de 2023

PARANÁ: ALEATORIO

 

Filipondio tenía tan mala suerte que cada vez que pasaba por los controles del aeropuerto era elegido para una inspección.

Protestaba porque nunca se libraba de que lo palpasen por todo el cuerpo y fuese obligado a quitarse los zapatos, lo que, para él, era humillante. Sin embargo, siempre obtenía la misma respuesta:

— No es nada personal. Es aleatorio.

Hasta el día en que decidió vengarse del destino, del karma o de quien fuere. Y para el próximo viaje se preparó.

En el control, apenas estuvo al otro lado del arco, un agente le dijo que se quitara los zapatos.

Filipondio obedeció. Inmediatamente algunas personas comenzaron a desmayarse. Y se disparó la alarma de contaminación tóxica. El agente que había empezado a inspeccionar a Filipondio, unos segundos antes de desmayarse, todavía pudo oír:

— No hay nada aleatorio en no lavarse los pies durante dos semanas. Ya sabía que tengo un olor de pies tóxico, pero ustedes insististen...


© Frantz Ferentz, 2023

No hay comentarios:

Publicar un comentario