sábado, 23 de diciembre de 2023

CAPERUCITA ROJA TIENE MÓVIL

 


A Caperucita Roja le dijo su mamá que llevara una cesta de comida a su abuela, que vivía sola en la cabaña del bosque.

"Y llévate el móvil", le dijo su madre, "pero úsalo solo si te pierdes. No quiero que andes llamando a tus amigas, que luego llegará una factura colosal".

"Entendido, mamá".

Y la niña se adentró en el bosque con su cesta, cuando, al cabo de un rato, se topó con el feroz lobo que le preguntó:

"¿Adónde vas Caperucita?"

"Voy a visitar a mi abuelita. Le llevo estos dulces".

"Qué simpática eres", contestó el lobo. "Y ya que eres tan mona, coge este camino de la derecha, que es el más corto para llegar a casa de tu abuelita".

"Gracias".

Pero Caperucita no era tan ingenua como pensaba el lobo. Así que llamó a su abuelita:

"Oye, abuelita, el lobo malo sabe que voy a tu casa. Llama al cazador por si la bestia quiere comerte".

"Gracias, hijita", dijo la abuelita, "ahora mismo lo llamo, vive aquí cerca".

Así que, cuando Caperucita llegó a casa de su abuela, se la encontró vivita y coleando, sentada en la cama, y al vecino cazador apuntando al lobo (el cañón de su escopeta casi le abría un segundo ombligo). Caperucita Roja respiró aliviada. Gracias a su móvil, había podido salvar a su querida abuelita.

Entonces, de repente, se oyeron fuertes golpes. Estaban aporreando la puerta.

"Abran a la ley", gritó una voz.

"Qué bien, van a llevarse a este lobo feroz a la cárcel", dijo la abuelita.

Abrieron la puerta y entraron dos agentes de la ley, que, en lugar de detener al lobo, pidieron al cazador que mostrase su licencia de armas, pero, como no la tenía, los agentes se lo llevaron a comisaría.

Y así, el lobo feroz se quedó a solas con Caperucita y su abuela. En ese momento, les enseñó su propio celular, mientras decía:

"Yo también sé usar un móvil... Y ahora que estamos solos, ni siquiera tenéis que preguntarme por qué tengo las orejas tan grandes, la nariz tan grande, la boca tan grande... Sigamos por donde deberíamos ir. ¡Auuuuuuuu!".

© Frantz Ferentz, 2023


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