viernes, 26 de noviembre de 2021

MI NOMBRE Y YO

 


PERSONAJES


Angus: Es una niña.

Abuelo Trifulco: es inventor

Abuela Aromática: sufre pérdida parcial de memoria.

Abuela Sixtina: Es una fumadora compulsiva. Aparece rodeada de una nube de humo de tabaco todo el tiempo, solo sus piernas serán visibles.

Abuelo Tríptico: Es un viejo espía que sufre de manía persecutoria.

Cartero: lleva un paquete a Angus.


ACTO ÚNICO


Angus está sentada en el salón de la casa. El único mobiliario es el sofá del fondo del escenario, en el centro. Está leyendo un libro en silencio, pasando una página. De repente, hay una explosión. El abuelo Trifulco entra al escenario. Arrastra un gran saco, dentro del cual hay algo que no se ve al principio. Parece pesado. Se acerca a la niña.

TRIFULCO. Angus, ayúdame. Angus, ven. ¡Angus, quiero que veas mi último invento!

Angus deja el libro en el sofá, lo abre para no perder la página, y se acerca a su abuelo, que está quitando el saco para dejar al descubierto el objeto oculto.

ANGUS. ¿Qué quieres, abuelo?

TRIFULCO [emocionado]. ¡Angus, Angus! Con este invento mío, Angus, revolucionaré los sistemas de alarma. Además, Angus, este en concreto es muy económico, no necesita instalación y sus efectos sobre los posibles ladrones, Angus, son impresionantes.

Mientras habla, acaba descubriendo el objeto en cuestión. Es un embudo muy grande, con una boca enorme y un final para la salida de líquidos más pequeños, con correas.

El abuelo se coloca el extremo delgado del embudo en la parte posterior y se lo ajusta con las correas.

TRIFULCO. Angus, ¿has visto?

ANGUS. No entiendo nada. ¿Por qué quieres ponerte ese embudo ahí?

TRIFULCO. Angus, no es un embudo, es un potenciador de pedos.

ANGUS. Abuelo, ¿qué estás diciendo? ¿Qué tontería es esa? ¿Por qué quieres potenciar el sonido de los pedos?

TRIFULCO. Mi querida Angus, la verdad es que este aparato es mucho más que eso. Potencia el sonido y también el olor. ¿Te imaginas, Angus, un pedo cien veces más poderoso que uno normal? Solo con medios naturales se obtiene un sistema anti-ladrones totalmente eficaz, ¿no lo ves, Angus?

ANGUS. A mí me suena horrible, abuelo ... Y además, dudo que funcione.

Angus regresa al sofá y sigue leyendo. Mientras tanto, el abuelo Trifulco comienza a trastear con su invento, como ajustando piezas, con un destornillador.

Entra la abuela aromática. Pasa junto al abuelo Trifulco, mirando al suelo, arriba, adelante, atrás, como buscando algo en el aire.

Llega hasta el sofá y se detiene junto a Angus.

AROMÁTICA. Hola.

Angus interrumpe la lectura y vuelve a dejar el libro.

ANGUS. Hola abuela. ¿Estás bien?

AROMÁTICA. No no no. He vuelto a perder la memoria y la estoy buscando ... ¿No la verías en alguna parte?

ANGUS. No, abuela.

Aromática mira a Angus.

AROMÁTICA. ¿Tú y yo nos conocemos?

ANGUS. Pues claro, soy tu nieta Angus.

AROMÁTICA. ¿Angus? Ese nombre me suena. Angus, Angus, Angus, Angus ...

ANGUS. ¿Por qué no te sientas aquí a descansar para recuperar el aliento?

AROMÁTICA [concentrada]. Angus, Angus, Angus, Angus ... [para la niña] Oye, ¿has visto mi memoria, niña? ¿Y cuál es tu nombre?

ANGUS. Soy Angus, tu nieta.

AROMÁTICA. Qué bonito, me recuerdas a alguien, pero no sé a quién.

Aromática se aleja del sofá y se va para un lateral, siempre mirando al suelo mientras camina en círculos. Entre murmullos sigue repitiendo el nombre de Angus.

Angus reanuda su lectura sentado en el sofá.

En ese momento entra al escenario la nube de humo que envuelve a la abuela Sixtina. Camina despacio, canturrea algo y se acerca al sofá.

SIXTINA (en tono alegre). Hola Angus, ¿cómo estás?

Angus vuelve a colocar el libro en el sofá, abierto boca abajo.

ANGUS. Aquí tranquila, leyendo este libro, que me encanta [señala al libro]. ¿Y tú?

SIXTINA. Muy bien, Angus, nietecita mía. 

ANGUS (tomando un tono serio). Abuela, ¿no vas a dejar de fumar algún día?

SIXTINA. Justo ahora no estoy fumando, Angus.

ANGUS. ¿Y todo ese humo que te envuelve?

SIXTA. Hace tantos años que fumo que ya forma parte de mí, Angus ...

El abuelo Tríptico entra silencioso, caminando de puntillas. Se acerca a la abuela Sixtina y se esconde también en la nube, pero a ella no le hace gracia, porque se ve buena parte de su cuerpo.

La abuela Sixtina lo nota, se agita y se queja.

SIXTINA. ¿Qué estás haciendo ahí? ¡Pírate!

TRÍPTICO. Cállate, que me van a ver.

ANGUS. ¿Quiénes, abuelo?

TRÍPTICO: Mis enemigos, Angus. Sabes que soy un espía muy apreciado. Conozco millones de secretos y por eso me quieren liquidar, Angus.

SIXTINA. Angus, dile a tu abuelo que se busque otro lugar donde esconderse.

TRÍPTICO. Angus, dile a tu abuela que no quiero ponerme en peligro.

SIXTINA. Angus!

TRÍPTICO. Angus!

TRIFULCO. Angus!

AROMÁTICA. Angus!

LOS CUATRO ABUELOS [al alimón]. ¡¡¡Angus!!!

De repente, suena una breve explosión. A continuación, los cuatro abuelos siguen llamando a su nieta, pero ya no pronuncian su nombre, solo se escucha un sonido, algo así como "iihh". Se quedan así un rato, llamando a su nieta, pero sin decir su nombre, simplemente sueltan una especie de chillido.

Angus deja de prestarles atención y vuelve a sus lecturas.

Un cartero entra por un lateral. Llama a un timbre invisible en una puerta también invisible.

El timbre suena. Sorprende a todos. Angus se levanta del sofá y va a abrirlo. A un lado del escenario hay un cartero, que lleva un paquete en sus manos. 

Angus hace invisible el gesto de abrir la puerta.

ANGUS. Buenos días.

CARTERO. Buenos días. ¡Traigo este paquete para... [intenta leer el nombre] para Iiihhh!

ANGUS. Lo siento, mi nombre es Iiiihhhhh.

CARTERO. Me refiero a Iiiiihhhh

LOS CUATRO ABUELOS [al alimón]. ¡Ella es Iiiihhhh!

CARTERO [ligeramente mosqueado] A ver, ¿quieres el paquete o no?

Angus se acerca para recogerlo. 

CARTERO. Que tengas un buen día y haz algo con tu nombre, que no se puede pronunciar.

El cartero se gira y se aleja, abandonando el escenario. 

Angus regresa al sofá con el paquete en las manos, pero no lo abre. Sigue pensando.

SIXTINA. ¿Qué tienes, Iiiihhh?

ANGUS (mirando a los cuatro abuelos). ¿No lo veis? Ya nadie puede llamarme por mi nombre. Es como si ..., como si ..., como si ...

AROMÁTICA [interrumpiendo] Como si tu nombre se hubiese gastado.

ANGUS. ¡Exactamente! Es justo eso. Lo usáis tanto que, al final, mi nombre se ha gastado.

TRIFULCO. Yo, si quieres, te invento un nombre, porque para eso soy inventor, y de los mejores.

ANGUS. Gracias, abuelo, pero no vale la pena. Tengo que elegir yo mi nombre.

SIXTINA. ¿Y cómo vas a hacer para que, después de un tiempo, no volvamos a gastártelo?

Angus pone una cara pensativa. Hay silencio durante unos segundos. Después, anuncia con una gran sonrisa.

ANGUS. Ya lo sé, quiero un nombre que me describa. A partir de hoy tendréis que llamarme por mi nombre completo, que es este: Chica-a-la-que-le-gusta-leer-sentada-en-el-sofá-y-es-muy-maja-porque-se-ocupa-de-todo-las-personas-a-su-alrededor. 

TRIFULCO. ¿Tenemos que llamarte así?

ANGUS. Pues sí. De lo contrario, no os haré caso. A ver, ¿cuál es mi nombre?

TRIFULCO. Niña-sentada-en-una-silla-leyendo-recetas-de-cocina-mientras-cuenta-chistes-a-sus-abuelos.

SIXTINA. No, no es así. Es Moza-que-se-sienta-en-las-nubes-y-cuenta-los-colores-del-arcoíris.

TRÍPTICO. Ambos os equivocáis. Se llama Muchacha-tejiendo-sueños-mientras-inventa-sabores-de-helado.

AROMÁTICA. ¿Alguno de vosotros ha visto mi memoria por alguna parte?

ANGUS. No tenéis remedio. Pero llamadme cada uno como habéis dicho, así tendré muchos nombres y serán más complicados de gastar.

Angus se sienta y vuelve a su lectura. Los abuelos abandonan el escenario cada uno por un lado

Va a oscuro.


Telón

© Frantz Ferentz, 2021

CUESTIÓN DE DINOSAURIOS

 

PERSONAJES


Aligator: Es un niño. Se pronuncia claramente como está escrito, y no <aliguéitor>

Reparador: es el padre de Aligator

Genérica: es la madre de Aligator.


ACTO ÚNICO

ESCENA 1


El comedor de cualquier casa. En el centro del escenario, cerca del público, hay una gran mesa, donde la gente desayuna y almuerza.

Genérica está tomando tranquilamente una sopa de un cuenco, con la mirada perdida. Cada vez que mete la cuchara en la sopa, la saca vacía o deja caer casi todo el contenido en el bol.

De repente, Reparador entra por un lado caminando con pasos amplios y decididos, casi saltando, hasta llegar junto a la mujer. Lleva una mochila a la espalda.

REPARADOR [en tono jovial]. ¡Ya estoy aquí!

GENÉRICA [indiferente, apática]. Ah, hola.

REPARADOR. ¿Ha llegado el niño? [le besa la cabeza, sin que ella deje de levantar la cuchara una y otra vez].

GENÉRICA. Todavía no.

REPARADOR. Menos mal.

GENÉRICA [siempre metiendo y sacando la cuchara en la sopa]. ¿Y eso? ¿Estás aburrido del chico? 

REPARADOR. No es eso, mujer. Hoy es su cumpleaños, ¿no te acuerdas?

GENÉRICA. La verdad es que no. No tengo cabeza para recordar los cumpleaños de todos mis hijos.

REPARADOR. ¿Hijos? Si solo tienes uno.

GENÉRICA. Es cierto. [Mirando al hombre] ¿Te acordaste de comprar sopa?

REPARADOR [levemente irritado]. No, rayos, no. Hoy me he ocupado del regalo de nuestro hijo.

GENÉRICA [frustrada]. Otro día pasando hambre, qué fastidio.

REPARADOR. No entiendo por qué solo comes sopa.

GENÉRICA. Porque me gusta y solo tengo que calentarla en el microondas.

REPARADOR [vuelve a recuperar el tono jovial]. El caso es que ya tengo el regalo para nuestro hijo, me tomó mucho tiempo encontrarlo.

Mientras habla, Reparador coloca la mochila en la mesa. No está cerrada. Genérica no hace más que mirar dentro, muy curiosa, mientras Reparador sigue hablando, aunque es más bien un monólogo.

REPARADOR. Nuestro hijo es un niño muy especial. Él solo quiere algo que el resto no tenga. Y yo, como padre, estoy aquí para darle lo que desea [se emociona y hasta parece que va a derramar una lágrima]. Como te digo, casi cualquier regalo se puede proveer con una pizca de imaginación.

Genérica deja de mirar en la mochila. Se queda mirando a su marido.

GENÉRICA. ¿Qué tonterías estás diciendo? Si el niño te pidiera como regalo de cumpleaños hacer de gladiador, ¿cómo lo harías?

REPARADOR [risita]. Muy fácil, pues lo llevaría a ver una película de gladiadores, o incluso le compraría unas gafas de visión virtual con un juego de gladiadores. Con imaginación todo es posible.

GENÉRICA. Qué tontería dices, de verdad. 

Genérica vuelve a rebuscar en la mochila, incluso mete la mano y encuentra dos huevos, que recoge y saca de la mochila. Los deja sobre la mesa.

GENÉRICA. Estos dos huevos, una vez cocidos, me pueden servir de cena.

REPARADOR (sobresaltado). ¡Para! ¡No toques esos dos huevos!

GENÉRICA. Egoísta, quieres los dos para ti, que ni siquiera has ido a la compra.

REPARADOR. ¡Nooooo! ¡Ese es el regalo para Aligator!

GENÉRICA. ¿Un par de huevos? ¿Quizás cocidos? ¡Pues viva la imaginación!

REPARADOR. No entiendes nada.

Reparador mete la mano en la mochila y saca una caja de cartón y una pequeña lámpara con pilas que coloca en la pared de la caja. Allí coloca cuidadosamente los dos huevos e improvisa una incubadora.

REPARADOR. ¿No lo ves?

GENÉRICA. ¿Qué tengo que ver?

REPARADOR. La incubadora.

GENÉRICA. ¿Esa caja es una incubadora?

REPARADOR. De huevos de dinosaurio.

GENÉRICA. Siempre he pensado que los huevos de dinosaurio serían más grandes. Estos más bien parecen de gallina.

REPARADOR. Es que son de gallina.

GENÉRICA. ¿Pero no me acabas de decir que eran de dinosaurio?

REPARADOR. Lo cierto es que son de gallinas y de dinosaurio.

GENÉRICA. ¿Estás bien de la cabeza?


ESCENA 2


Llega Aligator que interrumpe la conversación entre sus padres. Entra por el lateral. Lleva una mochila a la espalda. Se acerca a la mesa donde están los padres.

ALIGATOR. ¡Hola familia!

REPARADOR. Hola hijo. ¡Feliz cumpleaños!

Le da un beso en la mejilla. Luego vuelve a sentarse.

GENÉRICA. Feliz cumpleaños, Aligator.

Genérica se levanta y le da un beso también, luego se sienta de nuevo para seguir sorbiendo su sopa

De repente, Aligator se fija en la caja que hay en la mesa con dos huevos.

ALIGATOR [señalando a la caja]. ¿Y esto qué es?

REPARADOR. Tu regalo de cumpleaños.

ALIGATOR. ¿De veras? ¿Una caja con dos huevos? ¿Es para que aprenda a cocinarlos?

REPARADOR. No, hijo, estos son huevos de dinosaurio.

ALIGATOR [muy sorprendido]. ¡Te has acordado de lo que te había pedido para mi cumple!

REPARADOR. Claro, hombre.

GENÉRICA. Dile la verdad, dile que son huevos de gallina.

ALIGATOR [decepcionado]. ¿Que son de gallina? ¿Entonces no son de dinosaurio?

En ese momento, Reparador toma su mochila y comienza a sacar los libros y los va dejando sobre la mesa. También hay un cartel, que es este:

REPARADOR. Mira, todos estos libros hablan de evolución. En ellos se demuestra que los dinosaurios evolucionaron en gallinas. Este cartel refleja eso precisamente.

Aligator observa el cartel con interés.

REPARADOR. Como eres un amante de la biología, creo que podrás revertir la evolución de estos dos huevos hasta el punto de convertirlos en huevos de dinosaurio, porque en sus genes están esas criaturas aterradoras.

ALIGATOR (fascinado, con cara de tonto). Tienes razón, puedo encerrarme en mi habitación a investigar y esperar a que los huevos eclosionen, para someterlos a un proceso de retorno evolutivo. Creo que podré llegar a un estado anterior en cuestión de meses, unos pequeños dinosaurios del tamaño de una gallina... [risas] Eso suena bien. Además, así puedo usar vuestro regalo de hace un par de años, el traje de científico loco, pero sin realmente estar loco [ahora se rie malévolamente, como un verdadero científico loco]

Reparador aplaude con entusiasmo.

REPARADOR. ¡Este es mi hijo! [lo abraza].

GENÉRICA [dejando de tomar un sorbo de sopa]. Imagino que comprarías los huevos ya fecundados. ¿En qué tienda de mascotas los compraste? ¿O fue en una granja?

REPARADOR. Pero ¿qué dices? Los compré en el supermercado, que me costaron mucho más baratos.

GENÉRICA [levantándose y recogiendo huevos]. Mira qué eres tonto. Lo mejor que se puede hacer con estos huevos es freírlos. 

ALIGATOR. Quiero un huevo frito.

REPARADOR. Pues yo quiero uno cocido.

GENÉRICA. No, el otro huevo es para mí. Te vas al supermercado y te compras otro huevo. Y por cierto, compra también unas velas para que sople el niño. Es el colmo que tenga que hacerlo con unos huevos en lugar de un pastel... Voy a preparar los huevos.

REPARADOR. Voy a comprar al menos media docena de ellos...

ALLIGATOR. Y yo voy... me voy... a mi habitación para fabricarme mi propio regalo de cumpleaños.

Cada uno de los personajes abandona el escenario por diferentes puntos.

Va a oscuro.


Telón



© Frantz Ferentz, 2021