Mario tenía mucho miedo de los monstruos de su cuarto, pero el único sitio en que estaba a gusto y podía dormir bien era, curiosamente, en su propio cuarto. Él no sabía el motivo de eso, pero lo cierto es que todas las noches el monstruo del armario le acariciaba la cabeza mientras dormía.
jueves, 26 de julio de 2012
MICRO-DIEZ
El monstruo Ernestino llegó a casa de Karel. Su trabajo era asustarcríos, pero a aquel no pudo siquiera acercarse. El monstruo nunca había olido a alguien tan apestoso, ¡era horrible!
Por tanto, en lugar de asustarlo, durante la noche el monstruo se llevó al niño al río y empezó a lavarlo a fondo con jabón —hasta por detrás de las orejas— y lo devolvió a casa todo limpito. Su madre no lo reconoció, porque hasta olía bien, así que lo echó de casa.
Y desde aquel día, Karel siempre va detrás de Ernestino preguntándole sin parar: “¿Por que me lavaste y no me dejaste todo guarro? ¿Por que me lavaste y no me dejaste todo guarro?”.
MICRO-NUEVE
En el reino de Cafelandia, dos dragones asustaban a la gente. Ningún caballero había sido capaz de derrotarlos, ninguno, y ya un centenar de ellos se habían dejado la vida ante los dragones, hasta que, de repente, llegó un psicólogo escolar, Antón Parábolae, y las cosas cambiaron. Le contó al primer dragón que el segundo dragón sabía asustar mejor; por otro lado, le contó al segundo dragón que el primero sabía quemar mejor. El resultado fue instantáneo: ambos dragones emprendieron una lucha mortal entre ellos y acabaron chamuscados.
Gracias a esa trampa, el reino tiene comida gratis para dos o tres años y de buena calidad, porque la carne de dragón asada tiene un sabor semejante al pollo frito.
MICRO-OCHO
— Papá, estoy seguro de que hay un monstruo de las pesadillas debajo de mi cama —dijo el niño—. Puedes mirar allí? Tengo tanto miedo...
El papá amoroso interrumpió su cena y se fue a mirar debajo de la cama. Hasta cogió una linterna. Analizó el sitio atentamente y después le dijo al hijo:
— Hijo mío, no hay ningún monstruo de las pesadillas debajo de la cama.
— ¿Estás seguro de eso, papá? Yo sé que hay alguien allí debajo.
— Lo estoy, se trata de un Tremebundus Devorator Domesticus, no de un vulgar monstruo de las pesadillas, así que no tienes nada que temer, porque esta criatura secuestra niños como tú y los convierte en espaguetis de colores.
domingo, 15 de julio de 2012
MICRO-SIETE
Sara lloraba muchas veces sin saber por qué y sus lágrimas caían hasta el suelo. Pero un día, mientras seguía el rastro de las lágrimas, descubrió debajo de su cama que un monstruíto menudo recogía todas sus lágrimas del suelo y se hacía con ellas bellos collares como de coral.
Sara no dijo nada, pero desde aquel día, cuando lloraba, ya no le importaba tanto, porque pensaba que aquel era un monstruo de los calcetines y que sus lágrimas le hacían feliz, que por lo menos así se olvidaría de robar calcetines.
Lo que Sara no podía imaginarse es que aquel no era un monstruo de los calcetines, sino un monstruo de las pesadillas y que cada noche le susurraba historias tristes al oído para que ella llorase durante el día. Y así podía después fabricar collares, venderlos y gracias a eso, hacerse bien rico.
© Frantz Ferentz, 2012
viernes, 13 de julio de 2012
MICRO-SEIS
La bruja Alicarda no conseguía entender cómo la policía había conseguido enviarle una multa por exceso de velocidad a su domicilio. Pero allí estaba ella, en la foto, montada en la escoba a ciento cincuenta kilómetros por la autopista. Sin embargo, mirando con más atención, descubrió cómo había conseguido localizarla la policía: su escoba tenía matrícula.
lunes, 9 de julio de 2012
MICRO-CINCO
El crío miraba por la ventana. De repente le dijo a la madre:
— Mamá, yo quiero un murciélago de mascota.
— Hijo mío, los murciélagos no son mascotas.
El niño siguió contemplando al vampiro que acababa de chuparle la sangre a una vaca gorda y pensó que tal vez la madre no tenía razón, que tal vez un animalito así se podría alimentar con ketchup.
domingo, 8 de julio de 2012
MICRO-CUATRO
La mamá estaba toda enfadada:
— No comprendo por qué nuestra casa está llena de pelos de gato, cuando nosotros no tenemos gato alguno. ¿Cómo es posible?
La hija pensó entonces que tendría que dejar de darle comida de gatos al monstruo de debajo de su cama, porque ya empezaba a tener los mismos problemas de los gatos.
sábado, 7 de julio de 2012
MICRO-TRES
El dragón sanguinario fue al médico para averiguar por qué siempre le dolía la barriga después de comerse una vaca. El doctor, un hombrecillo menudo pero muy serio, le miró la boca, los dientes, la lengua y la nariz. Al final, ya tenía un diagnóstico:
— Tu problema es que te hicieron creer que eres un dragón totalmente salvaje y, por eso, tienes que comer carne, pero lo cierto es que eres un dragón herbívoro y eso no te lo había dicho nadie. Así que, desde hoy solo vas a comer hierba.
Y así fue. A partir de aquel día, el dragón se dedicó a comer hierba en los prados al lado de las vacas, pero ya no comió ninguna. Lo que nadie sabe es si también ahora el dragón da leche.
jueves, 5 de julio de 2012
MICRO-DOS
Adalberto ya estaba harto de comprarse calcetines todas las semanas. Estaba seguro de que tenía un monstruo de los calcetines en casa, pero como estos seres son invisibles, no sabía cómo hacer para echarlo a la calle.
Por eso, él mismo se dedicó a comerse sus propios calcetines. Se los compraba y se comía siempre uno del par. Y fue así como consiguió que el monstruo de los calcetines de su casa se marchara, porque al final se estaba muriendo de hambre.
miércoles, 4 de julio de 2012
MICRO-UNO
— ¿Qué opinas de ese disparate que se cree mucha gente de que las calles se quitan de noche? —pregunta un ciudadano a otro.
— Pues eso, disparates, solo disparates... —responde el otro.
Y varias horas más tarde, las calles de la ciudad desaparecen, salen volando, cuando ya todos los habitantes de la ciudad están durmiendo y nadie se da cuenta, porque nadie se puede imaginar que las calles de la ciudad son en realidad cuerpos de dragón alquilados por el alcalde, quien, realmente, es un brujo metido a político.
ONCE MICROCUENTOS
Frantz Ferentz
ONCE MICROCUENTOS
QUE SON UN PORTENTO
MAS NO EQUIPO TITULAR
SINO SELECCIÓN PARA VOLAR
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