miércoles, 10 de marzo de 2021

EL ESCÁNER QUE SABÍA DEMASIADO

 




Personajes:


  • Guardia 1, con una barba muy larga y descuidada.

  • Guardia 2, también de barba larga y descuidada.

  • Jefe de los guardias, igual que los otros dos.

  • Una joven

  • Personas varias en la fila (al menos tres)


Lugar: sala de un aeropuerto con un arco de seguridad.


Arco de seguridad de un aeropuerto. Hay dos guardias, uno delante del arco y el otro detrás. El arco se ve lateralmente. Delante de él hay una joven. Por detrás de ella, se extiende una fila con varias personas que esperan pacientemente.

GUARDIA 1: Pase el siguiente [haciendo un gesto a la siguiente persona en la fila].

La JOVEN echa a andar. Pasa por debajo del arco. En cuanto pasa, el arco pita.

El GUARDIA 1 cierra el paso a la joven. Le hace un gesto para que retroceda. Ella obedece, pasa nuevamente por debajo del arco, esta vez caminando de espaldas. El arco pita.

El GUARDIA 2 toma una cesta y la coloca delante de la joven.

GUARDIA 2: Coloque todo lo que tiene en los bolsos en este cesto. Ha debido dejarse algo en los bolsillos que hace que el escáner pite.

La JOVEN se mete las manos en los bolsos. Todavía se saca un manojo de llaves. Lo coloca en la cesta.

GUARDIA 2: Pase otra vez.

La JOVEN pasa nuevamente por debajo del arco. El escáner vuelve a pitar.

El GUARDIA 1 repite el gesto para que la JOVEN retroceda. Ella obedece, caminando de espaldas. Otra vez pita el escáner.

GUARDIA 2 [con la cesta en la mano]: A ver, ha debido dejarse algo encima que pita. Una cadenita, ¿tal vez?

La JOVEN se lleva las manos al cuello y se quita una cadenita con una medalla y la coloca en la cesta.

El GUARDIA 1 hace un gesto a la joven para que repita el movimiento por tercera vez. Ella obedece y el escáner pita por tercera vez.

El GUARDIA 1, con gestos airados, mueve las manos delante de la joven para que retroceda otra vez. El escáner vuelve a pitar.

GUARDIA 2 [ya en un tono que empieza a sonar a fastidio]: Yo ya no sé. A ver, deje los zapatos en la cesta.

En la fila, los pasajeros comienzan a impacientarse. Se oyen quejas.

PASAJERO 1: Todos tenemos un avión que tomar.

PASAJERO 2: Yo tengo que ir al baño, que me hago pipí.

PASAJERO 3: ¿No es esta la fila del supermercado?

GUARDIA 2 [en tono muy autoritario]: ¡Basta! ¡Cállense todos!

Silencio absoluto. La JOVEN se quita los zapatos y los coloca en la cesta. Luego, pasa por debajo del arco. Y nuevamente pita. 

La JOVEN ni espera al gesto del GUARDIA 1 y ya retrocede.

GUARDIA 2 [al GUARDIA 1]: No entiendo. Ya no puede llevar nada que pite. Hay que avisar al jefe. Él sabrá qué hacer.

El GUARDIA 2 toma su radioteléfono, que lleva sujeto en el cinturón y llama.

GUARDIA 2: Jefe, venga, que tenemos un problema... No, no es eso. Venga, por favor, porque ya se está formando una fila considerable.

El GUARDIA 2 hace un gesto a la JOVEN para que se eche a un lado. Pasan dos pasajeros sin que el escáner pite.

Llega el JEFE de los guardias. Se acaricia la barba. Camina con aires de superioridad. Se acerca al GUARDIA 2.

GUARDIA 2: Se trata de esta pasajera. Creo que ya no lleva nada de metal, pero aun así el escáner pita cada vez que ella pasa por debajo.

El JEFE hace un gesto a la joven para que pase por debajo del arco. Ella accede. Como cabe esperar, el escáner pita.

GUARDIA 1 [al jefe]: ¿Lo ha visto?

JEFE [se lleva la mano a la barbilla, pensativo]: Sí.

O JEFE observa el arco. Enseguida suelta una carcajada que asusta a los guardias y hasta a la gente de la fila, que dan un paso atrás.

JEFE: Ay, bobitos, que siguen sin darse cuenta. Cómo se ve que no han estudiado a fondo las señales del escáner. Esta máquina tiene una precisión absoluta [hace un gesto al GUARDIA 2].

El GUARDIA 2 pasa el arco, que pita. El JEFE señala a la parte superior del arco. Pregunta al GUARDIA 2.

JEFE: ¿Qué luz se encendió?

GUARDIA 2: La roja.

JEFE: Muy bien. [A la joven]. Pase otra vez.

La JOVEN obedece. En cuanto atraviesa el arco, el escáner pita.

JEFE [a los guardias, tratándolos como si fuesen un poco tontitos]: Y ahora, ¿qué luz se encendió?

GUARDIAS 1 e 2 [al alimón]: La azul.

JEFE [siempre en tono condescendiente]: Exacto. Muy despabilados. ¿Y qué significa la luz azul?

Los dos guardias se encogen de hombros.

JEFE: Significa que quien pasa por ese arco y provoca que la luz azul se prenda transporta algo muy, muy peligroso. Miren a esa joven.

Los dos guardias se la quedan mirando inclinándose. Ella sigue inmóvil de pie.

JEFE: ¿Qué notan?

GUARDIA 1: Que es mujer.

GUARDIA 2: Y eso es peligroso, ¿no?

JEFE: Por supuesto, pero la luz azul no se enciende por eso, se prende por lo que tiene en la cabeza.

Los dos guardias vuelven a contemplar a la joven, ahora fijándose en la cabeza de ella, pero no ven nada extraño.

JEFE: ¿Todavía no descubrieron cuál es el peligro?

GUARDIA 1: No...

GUARDIA 2: No.

JEFE [señalando a la joven con el dedo]: Que ella tiene un cerebro que funciona en esa cabecita suya.

GUARDIA 2: Pero todos tenemos un cerebro, ¿no?

JEFE: ¡Pero no un cerebro con ideas propias! ¡Ella piensa por sí misma! Eso es un peligro. Y en nuestra patria no admitimos personas así. Agente [al GUARDIA 2], acompañe a esta joven de vuelta a la sala de embarque, que regresará a su país en el siguiente vuelo disponible.

El GUARDIA 2 se acerca a la JOVEN y le señala el camino con la mano. Ella atraviesa el arco que pita nuevamente y ambos desaparecen por el lateral opuesto del arco de seguridad.

Entretanto, el siguiente pasajero de la fila atraviesa el arco, pero el arco no pita, simplemente, suelta una carcajada.

TELÓN

© Frantz Ferentz, 2021

domingo, 7 de marzo de 2021

COSAS DE MONSTRUOS

 


PERSONAJES: 3 monstruos peludos.

LUGAR: Interior de una cueva con iluminación de antorchas. MONSTRUO 1 y MONSTRUO 2 sentados en el suelo beben de calaveras humanas.

MONSTRUO 1: Estoy desesperado [con la calavera en la mano], si no consigo asustar a al menos dos chicos esta semana, me echarán de la tribu.

MONSTRUO 2 da una palmadita a MONSTRUO 1 en el hombro.

MONSTRUO 2: ¡Cómo te entiendo! Hace tres semanas que no consigo asustar a ninguna cría humana. He probado de todo, pero en vano.

Ambos MONSTRUOS sacuden la cabeza con pesar. Entra MONSTRUO 3. Se sienta junto a los otros dos monstruos.

MONSTRUO 3: ¡Hola, chicos! ¿Por qué están cariacontecidos?

MONSTRUO 1: ¿Cari... qué?

MONSTRUO 3: Cariacontecidos, con cara de preocupados.

MONSTRUO 1: Qué fino te has vuelto. ¿Una calaverita de sesos?

MONSTRUO 3: No, gracias, ya he desalmorzado. ¿Por qué tanto desasosiego?

MONSTRUO 1: A ver, a ver, ¿por qué hablas tan raro? Tú no eras así y encima estás muy contento. 

MONSTRUO 3: Claro que estoy contento. Tengo un éxito rotundo asustando humanos. Soy el campeón no solo de la tribu, sino de todo el cuadrante oscuro Beta 4A.

MONSTRUO 1: Cuéntanos eso.

MONSTRUO 3: Todo empezó por casualidad cuando entré por error en un edificio grandísimo. Lo llaman biblioteca. Resulta que allí empecé a leer sobre los humanos, aprendí lo que les gusta y lo que no. Aprendí lo que era el cine y leí sobre películas de terror. Me convertí en todo un especialista en crear escenas de terror para los humanos más jóvenes según las técnicas que ellos mismos utilizan. Y me limito a utilizarlas con ellos mismos. 

MONSTRUO 2: ¡Qué interesante! Pero no sé qué es bibliqueta ni cine.

MONSTRUO 1: Yo también quiero probar. ¿Cómo se hace todo eso?

MONSTRUO 3 se saca un libro de debajo de la pelambrera.

MONSTRUO 3 [entusiasta] ¡De aquí sale toda mi sabiduría!

MONSTRUO 2 le arrebata el libro de las manos y se lo come destrozándolo. Luego escupe algunos trozos. MONSTRUO 3 se lleva las manos a la cabeza. MONSTRUO 2 sale corriendo.

MONSTRUO 2: ¡Qué asco! ¡Esa cosa sabe a papel y tinta!

TELÓN

© Frantz Ferentz, 2021

USTED NO SABE QUIÉN SOY YO



Un coche parado, ocupado por HOMBRE y MUJER. Es descapotable, por tanto, los diálogos discurren fácilmente. Justo detrás, hay dos motos, con AGENTE 1 y AGENTE 2, cuyos sexos no están determinados.

El AGENTE 1 se acerca al coche parado. Saluda militarmente.

AGENTE 1: Buenos días. ¿Sabe por qué le he hecho parar?

HOMBRE: No.

AGENTE 1: Por exceso de velocidad.

HOMBRE: Pero, agente, esta carretera es llana, no hay ni un coche. ¿Qué problema hay?

AGENTE 1: Que ha superado tres veces el límite de velocidad.

HOMBRE: En fin, agente, no quería llegar a esto, pero ¿sabe quién soy yo?

AGENTE 1: No, señor.

HOMBRE: ¿Que no sabe quién soy yo?

AGENTE 1: No, señor, ya se lo he dicho.

HOMBRE: Pero si me conoce todo el mundo, yo soy...

Llega el AGENTE 2. Interrumpe al HOMBRE.

AGENTE 2: ¿Algún problema?

HOMBRE: Estaba a punto de decirle a su compañero quién soy yo, parece mentira que no me conozcan. Yo soy...

AGENTE 2 [interrumpiendo]: Documentación del conductor y del automóvil, por favor.

El HOMBRE hace un gesto a la MUJER. Ella abre la guantera y saca una carpeta. Se la da al HOMBRE y este extrae dos documentos que pasa al AGENTE 1.

AGENTE 1: Y ahora, por favor, su permiso de conducir.

El HOMBRE se mete la mano en un bolsillo interior, saca el carné de conducir y se lo entrega al AGENTE 1.

HOMBRE: ¿Ve ahora quién soy yo?

El AGENTE 1 muestra el carné al AGENTE 2. Cuchichean entre ellos.

HOMBRE: ¿Ya sabe quién soy yo?

AGENTE 2: Guarde silencio, por favor, porque así no podemos leer su documento.

HOMBRE [a la mujer]: ¡Diles quién soy yo!

MUJER: Díselo tú.

Los dos agentes observan a la mujer. Luego el AGENTE 1 contempla al AGENTE 2:

AGENTE 1: ¿Y usted  sabe quién soy yo?

AGENTE 2: Ni idea. ¿Y usted quién soy yo?

AGENTE 1: Tampoco. Señora, ¿usted sabe quiénes somos?

MUJER: Lo siento, pero no.

AGENTE 2: ¿Y usted quién es?

MUJER: Pues no lo sé, la verdad.

AGENTE 1: Entonces, nadie aquí sabemos quiénes somos.

AGENTE 2: Qué duro esto, ¿no?

MUJER: Sí, sí...

HOMBRE: A ver, alto, que yo sí sé quién soy...

AGENTE 1: Pero usted se ha pasado todo el tiempo preguntando quién es usted, así que está tan perdido como nosotros.

HOMBRE: ¡Que no, que no! Yo sí sé quién soy. Soy alguien muy importante, mucho. Yo soy... yo soy... yo soy... ¡Rayos, mírelo en mi carné!

El AGENTE 1 mira el carné.

AGENTE 1: Verá, no me traje las gafas de leer, así que no consigo leer nada.

Le devuelve el carné y el resto de la documentación.

HOMBRE: No puede ser...

MUJER: Bueno, si ninguno sabemos quiénes somos, mejor nos vamos todos, ¿no? Agentes, ¿alguno de ustedes me puede llevar en su moto?

AGENTE 2: Claro, señora.

HOMBRE: Pero, cómo, ¿es que te vas con ellos y me dejas? ¿Es que no sabes quién soy yo?

MUJER: Lo siento, pero no me acuerdo.

Ella sale del coche y se monta detrás del AGENTE 2.

AGENTE 1: Bueno, pues ya está. Apuntada la matrícula. Le llegará una multa considerable por exceso de velocidad. Que tenga un buen día [saluda militarmente].

El AGENTE 1 regresa a su moto. Se oye cómo ambas motos arrancan, mientras el HOMBRE sigue gritando.

HOMBRE: ¡Ustedes no saben quién soy yo! ¡Ustedes no saben quién soy yo! ¡Ustedes no saben quién soy yo!

MUJER Y AGENTES 1 y 2 [al alimón]: ¡No, no lo sabemos!

TELÓN

© Frantz Ferentz, 2021